martes, 1 de marzo de 2011

EL DARSE CUENTA: ACTIVIDADES COTIDIANAS

Actividades físicas

Centre su atención ahora sobre su cuerpo y sus sensaciones físicas. Donde quiera que note algún movimiento, tensión o incomo­didad, exprese esto como una actividad continuada, tal como: empujar, tensar o sostener. .. Exagere ahora ligeramente esta actividad y dése más cuenta de ella. Si está tensando su hombro ténselo más,y dése cuenta de cuáles músculos usa y como se siente mien­tras hace esto... Ahora hágase responsable de esta actividad mus­cular y sus consecuencias. Dígase por ejemplo: "estoy tensando mi cuello y haciéndome daño" o "estoy apretando mi brazo derecho y me estoy entumeciendo". Toda su tensión muscular es producida por usted y mucha de su incomodidad física es un resultado de esto. Tómese unos minutos y dése cuenta de sus actividades físi­cas y hágase responsable de lo que está haciendo...



Tarea Cotidiana

Elija alguna tarea cotidiana, como lavar los platos, cepillarse los dientes, sacar la basura, etc. Realice esta tarea y preste mucha atención a como se siente su cuerpo mientras la hace... Trate, por unos minutos, de hacerlo empleando el doble de tiempo, de manera que pueda darse cabalmente cuenta de qué es lo que pasa en usted mientras lo hace... Note si está manteniendo o moviendo su cuerpo de una manera incómoda. Luego exagere esta tensión o incomodidad y tome más contacto con ella, experiméntela realmente... Ahora, dé­jese ir y explore otras maneras de realizar la misma tarea que Puedan ser más cómodas o placenteras para usted... Trate de que sus movimientos fluyan... Deje que estos movimientos se conviertan len­tamente en una danza y disfrútela. Juegue con su darse cuenta de realizar esta tarea, y explórela como si fuera un país extranjero, porque, para la mayoría de nosotros, realmente es un país ex­tranjero.

Escuchando lo que nos rodea

Mire a su alrededor ahora, y dése más y más cuenta de lo que le rodea. Contacte verdaderamente lo que le rodea y permita que cada cosa le hable de sí misma y de su relación con usted. Por ejemplo, mi escritorio dice "estoy desordenado y lleno de trabajo que tú tienes que hacer. Hasta que me ordenes te irritaré e impediré que te concentres". Una escultura de madera dice, "Mira como puedo fluir aun cuando soy rígida. Detente a descubrir mi belleza". Tómese unos cinco minutos para permitir que las cosas de su medio ambiente le hablen. Atienda cuidadosamente a estos mensajes que obtiene de todo a su alrededor...

Si realmente puede aprender a prestar atención a lo que le rodea, podrá darse cuenta del efecto que le producen sin que usted se hubiera dado cuenta de ello. En la medida que se dé más cuenta de esas influencias, usted puede cambiar sus medios ambientes y hacerlos más cómodos, así como menos irritantes, etc. He usado este experimento en la sala de clases para señalar el efecto opresivo de su estructura. El pizarrón dice, "Mire aquí, todo lo importante ocurrirá aquí". Los bancos duros dicen, "No se duerma, no se divier­ta, sea ordenado y mire allá". El reloj dice, "Apúrese y no pierda tiempo", etc. Después de darnos cuenta de la influencia mortecina de una clase ordenada, hicimos cuanto pudimos por hacerla más cómoda para los seres humanos. Conseguimos una alfombra, nos libramos de la mayoría de las sillas y reordenamos las restantes, pusimos algo colorido, etc.


Tomado de Stevens. El darse cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario